¿Cómo fundamentar una objeción?
Más allá de la norma, el verdadero sentido de los principios
En el mundo de la contratación pública, muchas veces se cree que fundamentar una objeción es solo citar artículos, expresar un desacuerdo y adjuntar algún documento. Pero la realidad es mucho más exigente. La Contraloría General de la República (CGR) nos pide como profesionales una argumentación robusta, clara y responsable. No se trata de llenar páginas, sino de demostrar con hechos y fundamentos por qué una condición del pliego de condiciones puede afectar la libre competencia, la igualdad o la eficiencia del proceso.
¿Qué diferencia a una objeción sólida de una que termina rechazada?
La clave está en construir argumentos técnicos y jurídicos, apoyados en pruebas objetivas y, sobre todo, alineados con los principios que rigen la contratación pública. Porque, más allá de la norma, lo que realmente está en juego es el interés público y el uso correcto de los recursos.
Desde mi experiencia, estos principios no son frases bonitas de la ley. Son el marco con el que la CGR evalúa cada planteamiento. Por ejemplo:
Igualdad y libre concurrencia: Todos deben poder participar en condiciones de igualdad, sin barreras injustificadas. Si el cartel restringe injustamente, ahí debe enfocarse la objeción.
Eficiencia y eficacia: No se trata solo de adjudicar contratos, sino de asegurar el mejor uso de los fondos públicos. Si alguna condición limita la calidad o la competencia, debe señalarse.
Valor por el dinero: Cada colón invertido debe generar el máximo valor, priorizando la gestión por resultados y no solo la formalidad.
Transparencia: La información debe estar clara y disponible. Cualquier opacidad debe ser señalada y respaldada.
Sostenibilidad social y ambiental: Cuando sea pertinente, es válido invocar la protección ambiental o el desarrollo humano.
¿Cómo debe plantearse una objeción ante la CGR?
✔️ Motivación técnica y jurídica: Explicar por qué una cláusula es improcedente, restrictiva o desproporcionada, con pruebas y experiencia real.
✔️ Prueba concreta: No basta decirlo; hay que demostrarlo con estudios, normativas, comparaciones y ejemplos prácticos.
✔️ Propuestas viables: Una objeción adquiere verdadero peso cuando, además de señalar el problema, se plantea alternativas concretas y razonables para modificar el pliego de condiciones.
✔️ Relación directa con el objeto contractual: Hay que evidenciar cómo el punto objetado incide realmente en la ejecución o la libre participación, no hablar en abstracto.
En síntesis, fundamentar una objeción es ejercer nuestra responsabilidad profesional con rigor, ética y visión integral. Así contribuimos, cada día, a que la contratación pública sea un espacio de competencia sana, resultados óptimos y confianza para nuestro país.